Las enfermedades cardiovasculares han experimentado un crecimiento exponencial a nivel global, posicionándose como una de las principales causas de morbimortalidad. Este aumento ha impulsado a la ciencia y la tecnología a desarrollar métodos diagnósticos y terapéuticos cada vez más sofisticados, entre los cuales se destaca la arteriografía coronaria. Este procedimiento ha adquirido una relevancia primordial en la práctica médica, debido a su capacidad para proporcionar una orientación terapéutica precisa. En el contexto colombiano, donde las patologías cardiovasculares son prevalentes, la arteriografía coronaria se presenta como una herramienta de imagenología esencial tanto para el diagnóstico como para el manejo clínico o quirúrgico, incluyendo su aplicación en el seguimiento postoperatorio de los pacientes.
El corazón, como órgano vital, resulta crucial para el funcionamiento integral del cuerpo humano, y su deterioro representa un riesgo inminente de pérdida de calidad de vida o, en última instancia, de muerte. En el continente americano, las enfermedades cardiovasculares se erigen como la principal causa de mortalidad, generando una preocupación constante en los sistemas de salud. La alta prevalencia de estas patologías implica no solo una carga significativa en términos de hospitalización y cuidados integrales, sino también un desafío en la búsqueda de diagnósticos precisos y tratamientos efectivos que eviten procedimientos incorrectos o mal ejecutados.
A nivel latinoamericano, la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares se concentra en países de ingresos bajos y medios, los cuales representan más del 75% de los casos a nivel global. De acuerdo con los informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), gran parte de los pacientes que sufren estas patologías no cuentan con un diagnóstico previo de hipertensión, lo que incrementa su vulnerabilidad. Es relevante señalar que, en términos de género, los hombres constituyen casi la mitad de los afectados por estas enfermedades, lo que demanda una atención particular en la elaboración de políticas de salud pública orientadas a esta población [1].
En Colombia, las enfermedades cardiovasculares han mantenido una alta tasa de prevalencia como principal causa de muerte. Sin embargo, los datos epidemiológicos recientes indican una leve reducción en las tasas de mortalidad por estas patologías en los últimos años. Entre 2005 y 2020, la tasa de fallecimientos pasó de 114 a 103 por cada 100,000 habitantes, lo cual evidencia un pequeño avance en el control de estas enfermedades [2]. No obstante, el infarto agudo continúa siendo la causa más frecuente de muerte en el país, como lo ha destacado el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) [3].
Estudios locales, como los realizados en la ciudad de Neiva entre 2018 y 2019, subrayan que el riesgo cardiovascular en adultos alcanza un 40%, cifra que se asocia con hábitos alimenticios poco saludables, especialmente una dieta hipercalórica que contribuye a la adiposidad abdominal [4]. Este riesgo es particularmente alto en la población femenina, lo que enfatiza la necesidad de diseñar intervenciones específicas que aborden tanto los factores de riesgo modificables como las diferencias de género en la incidencia de estas patologías.
La arteriografía coronaria ha demostrado ser una herramienta diagnóstica esencial para la evaluación y el manejo de las enfermedades cardiovasculares, debido a su capacidad para identificar de manera precisa las obstrucciones arteriales y otros problemas cardíacos [5]. Gracias a los avances tecnológicos, este procedimiento ha permitido reducir la necesidad de intervenciones más invasivas, mejorando tanto los tiempos de diagnóstico como los resultados clínicos. En este sentido, la capacitación de tecnólogos en radiología es fundamental para garantizar que los procedimientos sean realizados con la precisión y calidad necesarias, minimizando los riesgos para los pacientes y mejorando los resultados en términos de recuperación y tratamiento.
En síntesis, este proyecto se justifica en la necesidad de mejorar la calidad y seguridad de las arteriografías coronarias, un recurso diagnóstico esencial en el abordaje de enfermedades cardiovasculares en Colombia y Latinoamérica. Además de contribuir a la práctica clínica, busca llenar la brecha educativa mediante la creación de un manual actualizado y práctico, adaptado a las necesidades de los estudiantes y tecnólogos en radiología, con el fin de mejorar la formación técnica y práctica en este campo crucial para la salud pública.