Justificación: Las úlceras de pie diabético son una complicación de la diabetes mellitus tipo II que ha presentado una alta frecuencia y complejidad, debido en su mayoría a su etiología polimicrobiana. Actualmente, un problema es el fallo de la terapia empírica debido al aumento de infecciones por bacterias resistentes, situación que ha empeorado desde el uso de desmesurado de antibióticos para tratamientos empíricos durante la pandemia por COVID – 19. Por ello se observa la necesidad de realizar una caracterización de los microorganismos locales actuales y su perfil de susceptibilidad.
Objetivo: Evaluar el perfil de susceptibilidad antimicrobiana en infecciones de pie diabético desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
Metodología: Esta investigación es de tipo observacional, descriptivo y de corte transversal con una muestra por conveniencia que cumplan los criterios de inclusión. Los datos recolectados se analizaron mediante Excel y el programa de la OMS para el análisis de la resistencia antimicrobiana WHONET 5.6.
Resultados: Se revisaron 34 historias clínicas de pacientes con pie diabético, predominando hombres (52,94%) y personas de entre 51 y 70 años (64,70%). La mayoría de las úlceras presentaron supuración (58,82%), dolor (85,29%) y cambios de coloración (91,18%), indicando infecciones avanzadas. Las bacterias Gram negativas fueron las más prevalentes (88,24%), destacándose Klebsiella pneumoniae (23,53%), Escherichia coli (14,71%) y Pseudomonas aeruginosa (14,71%). Se observó una alta resistencia a antibióticos comunes, especialmente en Klebsiella pneumoniae (50% resistencia a Ampicilina/Sulbactam) y Pseudomonas aeruginosa (33,3% resistencia a Cefepima y Ceftazidima), resaltando la necesidad de revisiones periódicas y personalizadas de los tratamientos antibióticos para mejorar la efectividad clínica.
Conclusiones: La pandemia de COVID-19 pudo haber exacerbado el problema de la resistencia antimicrobiana debido al uso intensivo de antibióticos. Estos hallazgos crean la necesidad prioritaria de revisar y actualizar las estrategias de tratamiento empírico y las guías clínicas, implementando pruebas de susceptibilidad antimicrobiana rutinarias para asegurar la efectividad de los tratamientos y reducir la morbilidad y mortalidad asociadas a las infecciones de pie diabético.
